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Comprueba la presión de tus neumáticos.
Probablemente, el aspecto más básico del mantenimiento de una bicicleta es inflar los neumáticos a la presión adecuada. ¿Y cuál es la presión adecuada? En los neumáticos viene reflejado un rango de presión recomendado, ya que según las condiciones del terreno puede variar. En camino húmedo, resbaladizo o irregular, conviene llevar menos presión. Si está seco, liso y quieres ir a mayor velocidad y de la manera más eficiente posible, llénalos.
Altura del sillín y posición de conducción correctas.
Una posición del sillín demasiado baja, dificulta el pedaleo y reduce la potencia de las piernas; mientras que una posición demasiado alta, hace esforzarse más y puede provocar lesiones. Lo ideal es ajustar la altura del sillín, de tal manera que haya una torcedura muy leve en la rodilla cuando el pie está en la parte inferior del recorrido del pedal.
Además, es imprescindible llevar una posición correcta en la bicicleta. Aconsejamos visitar su tienda de bicicletas local, para que le indiquen la postura correcta y evitar posibles lesiones.
Vístete apropiadamente para las condiciones climáticas.
"No existe el mal clima, solo la ropa equivocada", dice el viejo refrán ciclista y, la mayoría de las veces, eso es bastante cierto. El clima puede ser muy variado y cambiar rápidamente, así que según el lugar en el que salgas a montar, la estación, etc., es muy importante llevar la ropa adecuada. Te dejamos algunos consejos importantes, y que a veces no se tienen en cuenta fácilmente son:
- Si vas a hacer bajadas largas, es muy importante llevar chalecos corta vientos, que te protejan del aire frío de la bajada en el cuerpo, y más si vienes de una subida en la cual tu cuerpo se ha humedecido.
- En zonas lluviosas, conviene llevar una chaqueta fina – chubasquero.
- Con temperaturas muy bajas, es primordial llevar ropa térmica específica para el frío, y las manos, cuello y pies bien protegidos.
- En altas temperaturas, ropa transpirable.